Los símbolos de la JMJ, la Cruz y el Icono de la Virgen, peregrinarán en España como preparación de la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa 2023.
Estarán presentes en España los meses de septiembre y octubre de 2021, así como durante la Peregrinación Europea de Jóvenes (PEJ22) en Santiago de Compostela en agosto del 2022.
La Jornada Mundial de la Juventud tiene dos símbolos que la acompañan y representan: la Cruz Peregrina y el icono de Nuestra Señora Salus Populi Romani. Estos símbolos acompañan de una manera muy especial a los jóvenes que preparan su camino hacia la Jornada Mundial de la Juventud en su país. Por tanto peregrinará por todas las diócesis portuguesas como preparación y motivación para este evento mundial. De una manera muy especial, la organización de la JMJ de Lisboa 2023, ha querido que la cruz también pueda pasar por las manos de los jóvenes españoles en dos momentos: como peregrinación en los meses de septiembre y octubre de 2021, así como en la Peregrinación Europea de Jóvenes de Santiago en agosto de 2022.
El 22 de noviembre de 2020, en la Misa de la Solemnidad de Cristo Rey, presidida por el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro en Roma, una delegación de jóvenes
de Portugal recibió de los jóvenes de Panamá, ciudad que acogió la última JMJ, la símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud.
La cruz del peregrino
Con 3,80 metros de altura, la Cruz Peregrina, construida para el Año Santo de 1983, fue confiada por Juan Pablo II a los jóvenes el Domingo de Ramos de ese año para posteriormente dar la vuelta al mundo. Desde entonces, la cruz peregrina en madera, inició una peregrinación que ya la ha llegado a los cinco continentes y a casi 90 países. Se ha visto como un verdadero signo de fe. Ha sido transportaba a pie, en barco e incluso por medios inusuales como trineos, grúas o tractores. Ha pasado por la selva, iglesias, centros de detención de menores, cárceles, escuelas, universidades, hospitales, monumentos y centros comerciales. En todas sus peregrinaciones se ha encontrado con muchos obstáculos: desde ataques aéreos hasta dificultades en transporte, como la imposibilidad de viajar porque no cabe en ninguno de los aviones
disponible. La cruz se ha afirmado como un signo de esperanza en lugares especialmente sensibles.
El Icono de Nuestra Señora Salus Populi Romani
Desde el año 2000, la cruz peregrina ha estado acompañada del icono de Nuestra Señora Salus Populi Romani, que retrata a la Virgen María con el Niño en el brazos. Este icono también fue introducido por el Papa Juan Pablo II como símbolo de presencia de María entre los jóvenes. Con 1,20 metros de altura y 80 centímetros de de ancho, el icono de Nuestra Señora Salus Populi Romani está asociado con una de las devociones marianas más populares en Italia. Es tradición realizar procesiones por las calles de Roma para proteger de peligros y desgracias o para poner fin a plagas. El icono original se encuentra en la Basílica de Santa María la Mayor, Roma, y es visitado por el Papa Francisco que reza allí y deja un ramo de flores, antes y después de cada viaje apostólico.