En espíritu de familia y comunión cerca de un centenar de personas participaron durante los días del 20 al 22 de abril en el IV Encuentro de Músicos Católicos Contemporáneos, celebrado en Madrid. El evento, organizado desde el Departamento de Juventud de la Conferencia Episcopal, se ha convertido ya en una cita obligada para quienes, en distintas formas y modos, contribuyen desde la música a la evangelización.
El viernes, tras las acreditaciones y saludos, tuvo lugar la tertulia “Toda una Vida” en la que Migueli Marín y Fermin Negre (IXCIS), dos referentes en la música católica de nuestro país, compartieron su testimonio, ambos cargados de una intensa autenticidad y una emotividad entrañable. Se cerró la noche con los ojos puestos en María mediante una oración guiada por Antonio Mata.
Al día siguiente, y tras la Eucaristía matinal y el desayuno, se iniciaron las ponencias y talleres. La primera de ellas, bajo el título “Evangelizando”, corrió a cargo de Mons. D. Arturo Ros, obispo auxiliar de Valencia. Citando a Francisco, quiso destacar que “todas las expresiones de verdadera belleza pueden ser reconocidas como un sendero que ayuda a encontrase con el Señor Jesús” (EG 167). Así pues, animó a tomar conciencia de las posibilidades y exigencias de evangelizar desde la música e invitó a poner en juego los dones y talentos puesto que “si es cosa de Dios va hacia fuera.”
Posteriormente, Pedro Sosa, médico y cantautor, tomó la palabra (y su guitarra) para desarrollar la segunda ponencia “Cantautor: letra y música”. De manera atrayente, y en algunos momentos provocadora, expresó la necesidad de “salir en busca de la gente que no ha puesto nombre a la realidad que lo habita”, constatando que “hay mucha música católica para católicos y muy poca música católica para quien no lo es”. Pedro, acostumbrado por su oficio y vocación a conjugar con sus manos palabras de consuelo, de muerte y de vida, reclamó la “urgencia de despertar conciencias en este mundo” para acabar citando a Leclerc y concluir que “evangelizar es mostrarle al otro la parte de sí mismo que no necesita ser salvada”.
La tercera ponencia, primera de la tarde, se centró en “Promoción y distribución digital”. Andrés Cabanes, experto en comunicación musical y marketing, en cuyo curriculum figura haber trabajado entre otros con grupos como Vestusta Morla, compartió algunas claves para posibilitar una mayor y mejor difusión de la música católica contemporánea.
A continuación, y de manera rotativa se realizaron los talleres “Técnica Vocal y anatomía aplicada al canto” y “¿Mis actuaciones evangelizan?” a cargo de Miguel Ángel Mota, cantante y actor profesional, y Rogelio Cabado, cantautor.
Antes de la cena hubo ocasión de descubrir y conocer la música y los dones de aquellos que asistían por primera vez en el encuentro, con especial atención a aquellos participantes más jóvenes, siendo este un momento de mucha riqueza creativa y talento.
Por la noche, unidos en adoración ante el Santísimo, se celebró una Vigilia de oración. Animada con cantos de los propios participantes en el encuentro, se sucedieron treinta y cuatro intervenciones.
El domingo se celebró la última de las ponencias. Raúl Tinajero, director del Departamento de Juventud de la CEE, habló de manera apasionada y con hondo conocimiento acerca de los “Jóvenes: música y evangelización. El Sínodo”. En ella insistió en la necesidad de la comunión y la esperanza, una esperanza en el presente que sea capaz de conectar con el lenguaje de los jóvenes. Recordó a todos que la tarea evangelizadora, también la de quienes hacen música católica, comienza desde la conversión personal del agente de pastoral, y de ahí a la misión.
Tuvo lugar, en el marco de este encuentro, la entrega de los Premios SPERA 2017, que con distintas categorías, vinieron a reconocer lo mucho y bueno que se está haciendo en España desde la música católica contemporánea.
Acabó el Encuentro con la Eucaristía de Envío y con el anuncio de fecha para los días 10 al 12 de mayo de 2019 del que será el V Encuentro de Músicos Católicos Contemporáneos.