Me llamo Gara, soy de Tenerife y estoy en 1 de Bachillerato, he tenido la suerte de poder vivir la Pascua Online de la Pastoral Juvenil Vocacional de la provincia de Fátima. Quería compartir lo que ha significado para mí poder vivir esta Pascua tan rara y diferente en estos tiempos de encierro en incertidumbre.
Un paréntesis, una pausa en mi rutina de cuarentena. Pero no un paréntesis cerrado, uno que termina en puntos suspensivos, porque esto no se queda SÓLO en 7 días, esto continúa.

El hecho de tener un momento «obligado»; de oración y tranquilidad, me ha ayudado a darme cuenta más profundamente de lo que está pasando en mi vida, desde «fuera», como si fuera yo una espectadora de lo que hago en mi día a día. Al terminar, me doy cuenta que necesitaba una Pascua así, desde casa, sin los ajetreos de ir a la parroquia, de aquí para allá, que si ensayo de cantos, que si preparación de la capilla… Esas Pascuas son muy bonitas y alegres, pero no ha sido hasta este año en que verdaderamente he sentido la Pasión y Resurrección del Señor… La Resurrección de mi Fe. Y ojalá todos pudiesen
vivir una Pascua así alguna vez.

Me siento con una fe renovada, preparada para enfrentarse sin miedo a la voluntad del Padre, con humor a los «fracasos» y, de la mano de María, acoger con alegría al Resucitado, para «evangelizar con la sonrisa» como me gusta a mí decir. Vivir sirviendo, sabiendo que cuando te postras ante el prójimo, Jesús se postra también con nosotros. Haciendo todo con amor sin esperar que se nos devuelva, como el de Dios, que es el amor no amado. Y no olvidando
nunca que Cristo Vive y nos quiere Vivos. Ahora toca llevar lo aprendido a lo cotidiano!!